Guía completa para detectar el problema, corregirlo y evitarlo en futuras elaboraciones**
La bondiola es uno de los cortes más elegidos por los amantes de los embutidos secos. Su sabor, su textura y su aroma la convierten en una pieza premium dentro de cualquier producción artesanal.
Sin embargo, muchos elaboradores —tanto novatos como experimentados— se enfrentan a un problema frecuente:
“La bondiola me quedó cruda por dentro.”
¿Por qué pasa? ¿Se puede recuperar? ¿Qué hacer la próxima vez para que no vuelva a ocurrir?
En este artículo te explicamos qué origina este defecto, cómo corregir las bondiolas que ya tenés y cuál es el proceso ideal para lograr piezas perfectamente curadas, seguras y de calidad profesional.
Las causas más comunes**
A diferencia de un salame, que empieza siendo una masa homogénea, la bondiola es una pieza entera, con fibras más compactas y menor superficie de evaporación. Por eso necesita:
Cuando la merma queda solamente en 30%, la parte exterior se seca, pero el interior permanece húmedo, blando y con sensación de crudo, incluso si el color es correcto.
Las causas más comunes son:
Es el principal motivo. El centro no perdió suficiente agua.
Corrientes de aire, baja humedad o ventiladores fuertes → costra superficial.
Si estuvo poco tiempo en salmuera o no se masajeó lo suficiente, el agua interna no empieza a migrar.
El film atrapa humedad → el interior se humedece nuevamente → textura cruda.
Con poco producto, el aire seca demasiado rápido.
La buena noticia: muchas veces se pueden recuperar.
El film es enemigo de la curación si la pieza no está terminada.
Preguntar/observar:
Si la respuesta es sí → se descartan, no se corrigen.
Si el olor es normal y solo están húmedas → se pueden recuperar.
Condiciones ideales:
Objetivo final:
La merma es la manera más confiable de determinar si está lista.
Una vez terminada, envolverla en papel manteca, no film, y dejarla 48 h para estabilizar.
El proceso ideal de una bondiola correctamente estacionada**
Antes del secado, la bondiola debe pasar por una fase de curado de 5 a 7 días:
Esto empieza a romper fibras, extraer agua y garantiza un interior más parejo.
Si queda floja:
Debe quedar compacta y pareja.
Duración: 5–7 días
Condiciones: 13–15°C | 85–90% HR
Objetivo: evitar costra superficial.
Duración: días 7–20
Condiciones: 12–14°C | 80–82% HR
Objetivo: que la humedad del centro migre hacia afuera de forma pareja.
Desde día 20 en adelante
Condiciones: 11–13°C | 75–78% HR
Objetivo: desarrollo de sabor, firmeza interna y estabilidad.
Nunca, bajo ningún concepto, se considera terminada una bondiola sin haber alcanzado:
Es el indicador número uno de calidad y seguridad.
Solo hacerlo cuando la bondiola:
En piezas verdes, el film hace “efecto sauna”.
Los cultivos como SafePro® B-LC-005 mejoran:
Son aliados ideales cuando hay riesgo de costra superficial.
Que la bondiola quede cruda por dentro es un error muy común y en la mayoría de los casos tiene solución, siempre que no haya olores o colores anormales.
La clave está en respetar los tiempos, lograr la merma correcta y seguir un secado lento y controlado.
Con el método adecuado, es totalmente posible obtener bondiolas:
Tal como debe ser un producto artesanal de calidad.
