La conservación de salames es un aspecto crucial para mantener su calidad y sabor a lo largo del tiempo.
Una técnica efectiva y tradicional es la aplicación de un ungüento casero que no solo protege el embutido sino que también realza sus características organolépticas. A continuación, te presentamos una receta sencilla para preparar este ungüento.
Ingredientes Necesarios
Tocino: 500 g
Harina: 500 g
Aceite de oliva: 1/2 cucharada
Ají mortero: 3 g
Pimentón dulce: 2 g
Pimienta negra pura molida: 1 g
Estos ingredientes se combinan para crear una mezcla que protege y da sabor a tus salames durante el proceso de curado y conservación.
Preparación del Ungüento
- Mezcla los Ingredientes: En un recipiente adecuado, combina todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. La interacción entre el tocino y las especias es clave para desarrollar el perfil de sabor deseado.
- Refrigeración: Una vez mezclados, coloca la mezcla en la heladera durante 10 minutos. Este paso ayuda a que los ingredientes se integren mejor y facilita la aplicación posterior.
- Aplicación: Retira la mezcla de la heladera y procede a rebozar tus salames con ella. Asegúrate de cubrirlos uniformemente para que el ungüento actúe efectivamente como barrera protectora y portadora de sabor.
Consejos para la Conservación de Salames
- Envasado Tradicional: Si no dispones de una envasadora al vacío, puedes envolver los salames en papel de diario o papel de fiambre, asegurando bien los bordes, y luego colocarlos dentro de una bolsa de nylon en la parte baja de la heladera. Este método ayuda a mantener los salames frescos por más tiempo.
- Envasado al Vacío: Para una conservación óptima, el envasado al vacío es la mejor opción, ya que elimina el aire que rodea el producto, reduciendo significativamente el riesgo de proliferación bacteriana.
La aplicación de este ungüento, junto con un método de envasado adecuado, es esencial para prolongar la vida útil de tus salames, asegurando que mantengan su textura, sabor y calidad óptimos.
