El jamón cocido casero, conocido también como jamón dulce o jamón de York, es una delicia tradicional que puedes preparar en tu cocina. Esta receta te guiará a través del proceso paso a paso para obtener un jamón cocido delicioso y perfectamente sazonado.
Ingredientes:
8 kg de carne de pernil (80% del total)
2 kg de tocino (20% del total)
3 bolsas especiales para cocción de jamón
250 g de sal entrefina
1 g de sal nitro (diluida en 500 ml de agua potable)
2 g de pimienta negra pura molida
1 g de laurel molido
1 g de coriandro molido
800 g de embutin (aglutinante)
3 kg de hielo
3 g de gelatina sin sabor
35 g de rendi plus (ligador)
Preparación:
Preparación del Pernil: Comienza retirando el cuero y el hueso del pernil. Corta la carne y el tocino en cubos medianos para facilitar el procesamiento.
Molienda: Utiliza una picadora o procesadora para pasar la carne y el tocino varias veces por una grilla de 5 mm. Esto asegura una textura fina y uniforme para el jamón.
Mezclado de Ingredientes: En un gran bol, mezcla la carne molida con la sal entrefina, sal nitro diluida, pimienta negra, laurel, coriandro, embutin, gelatina sin sabor y rendi plus. Añade el hielo molido al final para mantener la mezcla fría.
Refrigeración: Una vez mezclados todos los ingredientes, coloca la mezcla en la heladera durante 12 horas. Esto permite que los sabores se infundan y que el aglutinante actúe.
Embutido y Prensado: Tras la refrigeración, embute la mezcla en las bolsas especiales para cocción de jamón. Si es necesario, utiliza un molde (una lata de conserva grande puede servir) para dar forma y prensar bien el jamón.
Cocción: Cocina el jamón en agua a 80 °C durante 3 horas, asegurándote de que la temperatura interna alcance los 60 °C. Utiliza un termómetro de cocina para verificar.
Enfriamiento: Una vez cocido, sumerge el jamón en agua fría durante 4 horas para detener la cocción y facilitar el desmoldado.
Conservación: Después de desmoldar, conserva el jamón en el refrigerador hasta su consumo.
Notas Finales:
La sal nitro ayuda a conservar el color rosado característico del jamón y a prevenir el crecimiento bacteriano.
La gelatina sin sabor y el rendi plus mejoran la textura del jamón, asegurando una rebanada firme y jugosa.
Preparar jamón cocido casero requiere paciencia y atención al detalle, pero el resultado es increíblemente gratificante. Disfruta de tu jamón casero en sándwiches, platos principales o como parte de tu tabla de embutidos casera.